Thursday, November 3, 2011

Los Caballeros de "Downton Abbey"


Cuánto hemos sufrido este año con "Downton Abbey".
El próximo domingo despide su segunda temporada, para regresar el día de Navidad con un capítulo especial y, a continuación, permanecer dormida hasta el año que viene.


Este curso, sus protagonistas han llorado más que nunca, entre las tristes previsiones de la guerra y sus dolorosos resultados.


Entre pañuelos, aún hemos podido apreciar dos cosas.
"Downton Abbey" es un remanso de perfección formal, en la que todo melodrama de época querrá reflejarse a partir de ahora.


Y tres de sus chicos siguen propiciando nuestros suspiros.
Al fin y al cabo, nos cuenta un universo donde los hombres son caballeros y la distancia sólo acentúa la pasión.


El heredero de Downton Abbey se llama Matthew Crawley.
Era el primo desconocido que se convertía en indispensable para la familia y, de manera más significativa, en el amor imposible de la díscola Lady Mary.


Este año, lo hemos visto en el frente y hemos sufrido horrores con el mayor heartbreak de la temporada.


Un guapo impecable, de pelo rubio, maravillosos ojos azules y tranquilo encanto british, Dan Stevens no es extraño para la Catodia británica.
Ser el protagonista de la adaptación de la novela gay "La Línea de la Belleza" fue su primer papel de notoriedad, mientras se dejaba la piel en los privilegiados teatros de su país.


Su héroe romántico de "Downton Abbey" será, sin duda, lo necesario para conquistar el cine.
Este domingo, sabremos si optará por la insulsa Lavinia o hará lo que él y nosotros realmente deseamos.
Es decir, un beso más con Lady Mary.


Del salón de baile, bajamos a las cocheras de la mansión de los Crawley.


Durante esta segunda temporada, el chófer Tom Branson ha cobrado más importancia.
Paciente adorador de la valiente Lady Sybill, ardiente revolucionario social, es imposible no caer seducido por Branson.


Todo hombre que te prometa amor y movimiento obrero es bueno, deberíamos rezar antes de dormir.
Mientras soñamos huir en la noche con Branson, Allen Leech celebra otro nuevo triunfo.


Los seriéfilos le habíamos echado el ojo en "Los Tudor" y, sobre todo, en "Roma", donde fue Agripa, la mano derecha de Octavio.


Muy conocido y deseado en su Irlanda natal, Leech empezó su carrera a los ocho años de edad y no tiene ningún interés en terminarla.


Si hay un seductor nato en "Downton Abbey" es ese que fuma, maquina y demuestra cierta inclinación a besarse con otros hombres.


Hablamos, por supuesto, de Thomas, el malvado lacayo homosexual, que se nos revelaba como uno de los mayores atractivos de la serie desde su primer episodio.


"Thomas es un alma atribulada", lo definía la Señora Patmore.
Sin duda, un personaje exquisitamente maléfico, bastante desagradable en ocasiones, que encuentra su mejor aliada en la también terrible O'Brien.


En esta segunda temporada, Thomas ha sido menos estrella que en la anterior.
Pero ha supuesto un placer verlo vestido de uniforme y con su energía malévola a prueba de contiendas mundiales.


Rob James-Collier es la cara y cuerpo de este Thomas.


Guapo hasta decir basta, Rob empezó en el negocio por casualidad, pero quedó lo suficientemente convencido para quedarse por siempre.


James-Collier fue conocido por la audiencia tras su piropeado paso por "EastEnders", la serie diaria que la ITV emite desde 1960.


La ITV es la misma cadena de "Downton Abbey" y también la que acogerá la primera miniserie de Rob como protagonista, proyecto anunciado con el título de "Love Life".


"Downton Abbey" es una hipnosis de serie para toda alma romántica que se precie. Y es obvio que tiene a los chicos indicados para semejante sueño.


Con la devota paciencia de los caballeros del ayer, esperaremos su retorno.

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