Thursday, September 22, 2011

That Gifted Patrick


Es imposible pedirme objetividad con Patrick Wilson. Llevo más de un año enamorado de él, y el idilio no tiene visos de terminar.


Este viernes, Patrick Wilson aterriza en televisión con serie propia, tal y como pedí en todas mis paganas plegarias.


Se anuncia que nos enseñará otra cara más de ese diamante de luz secreta. Tantas facetas, tantos talentos.


Mientras, la popularidad de Patrick se revela tranquila. Lo suyo nunca ha sido pasto de grandes titulares, pero, ¿a quién le importa?


Patrick Wilson es mío y sólo mío.


Y también de los múltiples fans que lo han amado en Broadway, lo han seguido en sus películas de Hollywood y lo han escuchado cuando canta himnos en encuentros deportivos.


Cuenta la leyenda que oírlo cantar a todo pulmón es más efectivo que el porno. En cualquier caso, Patrick tiene una voz preciosa y eso no es ningún mito.


Hollywood lo quiere y lo desea, ofreciéndole retos interpretativos y películas de inquietud.


Valoran su apostura paulnewmaniana, pero tienden a relegarla a ese segundo plano donde viven y moran los buenos de verdad.


Queríamos a Patrick en televisión desde hace tiempo. Y mañana, la CBS estrena su primera aventura en la pequeña pantalla como protagonista absoluto.

La propuesta se llama "A Gifted Man".
Patrick interpreta a un arrogante doctor, al que se le quita la tontería cuando descubre que puede ponerse en contacto con el más allá, en general, y con su mujer muerta, en particular.


La premisa tiene un olor a truño que tira para atrás, sí.
Pero Jonathan Demme está en el ajo, y se cuenta que "A Gifted Man" puede ser una de las sorpresas de la temporada.


El viernes es buena franja para el pathos sobrenatural, y Wilson viene acompañado por un reparto impecable.
Quizá pueda hacerse convincente lo que suena a cursilería de las grandes.


A mí me da igual. Yo veo todo lo que haga Patrick Wilson aunque sea el pestiño más infecto.


"A Gifted Man" será, en realidad, un regreso al lugar donde lo conocimos.


Su aplaudido debut en la pantalla fue televisivo, cortesía de "Angels in America", la miniserie de la HBO.
Allí nos mostraba su valía, y lo sexy que puede resultar un mormón en pijama.


En aquel 2003, se definió el Wilson que amamos. Melancólico, radiante, tan malditamente guapo.


Ocho años después, restan un puñado de interpretaciones memorables y la promesa de más papeles a la altura de la gloria entonces prometida.


Patrick no se conformará con ser médico médium en Catodia, y su agenda cinematográfica sigue candente.


Su proyecto más relevante se llama "Prometheus", film de ciencia ficción firmado por Ridley Scott.


En "Prometheus", Patrick coincide con Idris Elba y Michael Fassbender. Sospecho que esta película no me la voy a perder por nada del mundo.


Es perfecto; sonría, llore, dé el do de pecho, lo enseñe todo o simplemente mire con esa expresión despistada y solitaria.


Te quiero, Patrick Wilson.

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